Vivir con el ojo seco
En el año 2010 mi diagnosticaron síndrome del ojo seco, motivado por el último trasplante de córnea sufrido. Fui a los mejores especialistas, a ver cómo lo podía curar.
En Madrid, el profesor Murube del Castillo, me hizo una serie de pruebas y me confirmó que tenía síndrome del ojo seco, cosa que yo ya sabía. Lo más importante que me dijo es que tenía que aprender a vivir con ello, porque no tenía cura, y tendría que vivir así el resto de mi vida.
En ese momento me pareció increíble que me dijera que no tenía cura, y no le di importancia a lo que a lo otro que me dijo.
Sin embargo, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de la importancia de lo que me dijo.
He seguido yendo a especialistas que me recetaron lágrimas artificiales, pomadas, suero autólogo, cosas que hacen mejor y más fácil el día a día con el síndrome del ojo seco, pero no lo curan, evidentemente.
Hoy en día, después de muchos años, puedo decir que me he adaptado a vivir con ello, y que aunque a veces pienso que soy esclavo de mis ojos, porque vivo pendiente de ellos continuamente, estoy contento, porque puede hacer una vida casi normal.
En cuanto me descuido un poco, vuelven los picores, el escozor y el dolor.
Pues eso, sólo quiero animar desde aquí a todos los que sufren esta patología tan molesta a seguir intentando mejorar la calidad de vida, con paciencia, sin desanimarse. Quizá algún día saquen algo realmente efectivo para curarlo. Mientras tanto, vivamos con ello lo mejor posible.
Un abrazo
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