El Glaucoma es una enfermedad muy seria, que va robando la visión al ojo de forma gradual y silenciosa, que por lo general no presenta síntomas, pues no produce picor, enrojecimiento ni dolor en el ojo.
El Glaucoma, si no se trata adecuadamente, puede terminar en ceguera. La única forma de evitarlo, son los controles periódicos a cargo de un especialista.
Yo llevo sufridos en mis ojos 3 trasplantes de córnea, uno en el Ojo Derecho (1982), y dos en el Ojo Izquierdo (1991 y 2009), y una operación de cataratas en el Ojo Izquierdo (2013)
Debido a problemas de rechazo en el último trasplante del 2009, he tenido que usar habitualmente potentes corticoides, como el Maxitrol, que siendo muy efectivos, si se prolongan en el tiempo, hacen subir mucho la tensión ocular, y eso puede acabar dañando el nervio óptico.
El problema de la hipertensión ocular, podría derivar en Glaucoma.
En mi caso, el control cada quince días de la tensión ocular, y el uso del plasma sanguíneo enriquecido, en lugar del Maxitrol, ha hecho que baje la tensión, que llegó a estar a 28, estando en la actualidad en 10
En posteriores publicaciones, adentraremos con más detalle en mi experiencia con la tensión ocular
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