CROSS LINKING
En el post publicado en Foroocular la semana pasada, hablábamos de los anillos intracorneales como alternativa al trasplante de córnea, en algunos casos de Queratocono.
Como ya sabéis los lectores habituales de foroocular, yo sufrí mi primer trasplante de córnea en el Ojo Derecho en el año 1982, cuando tenía 13 años de edad.
Yo tenía una enfermedad congénita, llamada Queratocono, que provoca una deformación paulatina de la curvatura de la córnea, hasta llegar a adoptar forma de cono, en lugar de la forma esférica normal.
Ante esta situación, la única posibilidad que me ofrecieron los doctores que me vieron, fue el trasplante de córnea. Debemos tener en cuenta que hablamos del año 82, y la oftalmología no había avanzado tanto como ahora. El Queratocono era una enfermedad medio desconocida, y muy rara, por aquel entonces. Hoy en día hay mucha información, y además, es una enfermedad que se da con bastante frecuencia.
Antiguamente, el trasplante de córnea era prácticamente la única solución para el Queratocono, pero hoy en día, si se coge a tiempo, y aún no está muy avanzado, se pueden adoptar otras alternativas, para evitar el trasplante.
El Cross Linking es una técnica que lleva años practicándose en clínicas especializadas, y que se ha observado que funciona en el 95% de los casos. Dicha técnica es especialmente apropiada para niños o jóvenes a los que se les detecta la enfermedad cuando todavía no está muy avanzada. Por ello, yo siempre recomiendo hacer topografías corneales, para ver si la córnea tiene algún tipo de irregularidad.
La intervención es ambulatoria, dura aproximadamente una hora, y se hace con anestesia tópica. Con el cross linking se logra aumentar la rigidez de la córnea, y por tanto, frenar el desarrollo del Queratocono. En la intervención se administran unas gotas de Riboflavina en la superficie de la córnea, para que llegue a traspasarla hasta el interior. Después, se aplica sobre la córnea una luz ultravioleta de baja intensidad, que hace aumentar el grosor de las fibras de colágeno y provoca una mayor rigidez corneal.
Así, pues, os recomiendo una topografía corneal anual, para detectar, especialmente en niños y jóvenes, cualquier anomalía en la curvatura de la córnea, y poder tratarlas con técnicas como los anillos intracorneales o el Cross Linking, para no tener que llegar al trasplante de córnea.
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