COMENTARIO ANÓNIMO SOBRE OJO SECO
Recientemente hemos recibido el siguiente comentario sobre el síndrome del ojo seco.
«¡Hola a tod@s!
Vengo a contaros mi experiencia sobre algunos cuidados que he seguido durante meses y que sigo usando hasta la fecha para mejorar mi ojo seco y blefaritis.
Para poneros en contexto llevo casi un año con ojo seco, y hace aproximadamente 2 meses tuve varios episodios de blefaritis.
Me diagnosticaron de ojo seco junto con inflamación en noviembre de 2019, estuve bastante tiempo con corticosteroides pero los dejé, ya que no notaba mejoraría alguna al suspender el tratamiento.
Mi día a día era insufrible, tenía dolor ocular y de cabeza constante, y los efectos de los colirios apenas duraban, estaba continuamente usándolos, y por la noche me aplicaba varias veces un ungüento.
Un día bicheando por Internet leí que el Omega 3 podría ayudar a minimizar los síntomas del ojo seco, y decidí comprarlo a ver qué tal me iba.
El Omega 3 que estoy utilizando es de la marca Möller’s, es un aceite de hígado de bacalao, (viene en formato líquido porque las pastillas no son de mi agrado, y no tiene mal sabor) que además de contener Omega 3 contiene vitamina A, vitamina E y vitamina D.
Después de varias semanas utilizándolo noté que el dolor ya no era tan constante, y reduje bastante el uso de los colirios.
Por otro lado, un día (justo me pasó en plena cuarentena) noté como mis párpados se empezaban a tornar rojizos, y poco a poco me empezaron a salir ampollas de color amarillo, costras y una especie de caspa amarilla en el borde de las pestañas. Acudí a urgencias, pero con el tema del COVID apenas me miraron y me diagnosticaron de un orzuelo, y me recetaron un antibiótico. Desde ese entonces tuve varias recaídas, y como la zona de la ojera se me resecaba mucho y no podía poner ningún tipo de crema, mi madre me aconsejó usar miel. Usé la miel (importante que sea lo más pura posible) tres veces al día, a modo de mascarilla en toda la zona de los párpados tanto superiores como inferiores (con mucho cuidado de que no entre en los ojos) y fue mano de santo, a día de hoy no he vuelto a sufrir ningún episodio de blefaritis.
A pesar de todo, mi ojo seco todavía sigue presente, así como la inflamación. Algunos días me sigue molestando, y mi visión ha disminuido en mi ojo izquierdo (lo cual me crea bastante ansiedad y muchísimo miedo. Sospecho que pueda tratarse de una uveitis, ya que mis síntomas son bastante similares) pero bueno… la esperanza es lo último que se pierde.
Os mando mucho ánimo a todos los que estéis pasando por esta enfermedad o por alguna similar, y que estos consejos os puedan servir.
Un abrazo.»
Muchas gracias por tu comentario, es muy didáctico, y seguro que ayuda a otras personas, que como nosotros, sufren cada día, el molesto síndrome del ojo seco
Un abrazo.
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