ANILLOS INTRACORNEALES
Como ya sabéis los lectores habituales de foroocular, yo sufrí mi primer trasplante de córnea en el Ojo Derecho en el año 1982, cuando tenía 13 años de edad.
Yo tenía una enfermedad congénita, llamada Queratocono, que provoca una deformación paulatina de la curvatura de la córnea, hasta llegar a adoptar forma de cono, en lugar de la forma esférica normal.
Ante esta situación, la única posibilidad que me ofrecieron los doctores que me vieron, fue el trasplante de córnea. Debemos tener en cuenta que hablamos del año 82, y la oftalmología no había avanzado tanto como ahora. El Queratocono era una enfermedad medio desconocida, y muy rara, por aquel entonces. Hoy en día hay mucha información, y además, es una enfermedad que se da con bastante frecuencia.
Antiguamente, el trasplante de córnea era prácticamente la única solución para el Queratocono, pero hoy en día, si se coge a tiempo, y aún no está muy avanzado, se pueden adoptar otras alternativas, para evitar el trasplante.
Hoy vamos a comentar un poco los anillos intracorneales. Son implantes diseñados para hacer más homogénea la córnea central y disminuir las dioptrías, y se colocan en la parte más periférica del espesor de la córnea, respetando la parte central. Dichos anillos están fabricados de un material transparente, biocompatible, de forma que se evita la posibilidad del rechazo. Los anillos no llegan a corregir todas las dioptrías, pero reducen el astigmatismo y la miopía, deteniendo la progresión del Queratocono, para no tener que llegar al complicado trasplante de córnea.
La implantación de los anillos corneales está especialmente indicada en pacientes con Queratocono, que no esté avanzado, o cuando por el escaso espesor de la misma, no se pueden hacer otras cirugías. Su colocación es una técnica sencilla, no invasiva, que favorece la vuelta a la vida cotidiana en 72 horas, y lo que es muy importante, evita la posibilidad del rechazo, además de ser reversible. Pueden ser retirados en cualquier momento.
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